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El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, insiste en el proyecto de ley que revertiría compromisos que adquirió con la UE sobre el Brexit y que reabren el espinoso asunto de la frontera

entre las dos Irlandas.

Los legisladores británicos debaten este lunes el Proyecto de Ley de Mercados Internos que la UE califica de inaceptable porque violaría un tratado de divorcio previamente acordado con el bloque.

"Es momento de que el Gobierno británico asuma responsabilidades. La credibilidad internacional de la firma británica está en juego", afirmó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Algunos tienen esperanzas de que aún se pueda llegar a un nuevo acuerdo, pero esa posibilidad se rompería en caso de que el Parlamento británico decida aprobar finalmente la iniciativa de Johnson.

"Creo que hay una ventana importante antes de que esta legislación se convierta en ley para tratar de avanzar en algunos de los temas con los que el Reino Unido parece tener problemas. La forma de hacerlo es a través de la negociación", dijo Simon Coveney este domingo, ministro de Relaciones Exteriores de Irlanda.

La nueva cruzada de Johnson busca modificar el mecanismo diseñado para evitar levantar una frontera física entre las dos Irlandas. El compromiso previamente adquirido dicta que la provincia británica, Irlanda del Norte, quede en el mercado único europeo para bienes junto con la República de Irlanda, en caso de que la UE y Londres no lleguen a un acuerdo comercial.

Además, plantea eliminar la obligación legal sobre los subsidios estatales y las aduanas con Irlanda del Norte, que pertenece al Reino Unido. Es un compromiso para controlar las mercancías que pasan desde esta el resto del territorio británico hacia Irlanda del Norte, que exige a las empresas norirlandesas rellenar formularios de exportación al enviar mercancías hacia el resto del territorio británico.

El objetivo es que al retirar los subsidios no haya una competencia con ventaja comercial entre alguna de las dos partes, al mismo tiempo que evita una infraestructura fronteriza entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. No imponer una frontera ha sido un punto crucial para no perjudicar el proceso de paz norirlandés, firmado en 1988.

Pese a que Londres ya había firmado estos compromisos en el acuerdo de retirada de la Unión Europea, el premier británico argumenta ahora que los subsidios estatales para el comercio son un asunto interno y no un asunto europeo.

Londres acusa a la UE de posible bloqueo para la importación de alimentos

El Gobierno británico ha acusado a los negociadores de la UE de amenazar con imponer un bloqueo de alimentos entre la provincia de Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido y afirma que la legislación propuesta a su Parlamento lo evitaría.

"Nos ha quedado claro en las conversaciones actuales que no hay garantía de incluirnos en la lista" de terceros países aprobados para la importación de alimentos, aseguró el principal negociador británico para el Brexit, David Frost.

Funcionarios de la República de Irlanda, como el ministro de Relaciones Exteriores, Simon Coveney, han sugerido que, de progresar un acuerdo de libre comercio sin aranceles entre Londres y Bruselas, podrían eliminar esas preocupaciones británicas. Pero también advirtió que la UE no negociaría más si el proyecto británico se convierte en ley.

Estas complicaciones surgen en un momento en el que las dos partes negocian un acuerdo comercial que debería regir la futura relación bilateral, poniendo fin al proceso del Brexit.

Johnson ha dejado claro que no pedirá una extensión del periodo de transición en el que hoy conviven Londres y Bruselas, lo que conlleva el riesgo de un Brexit duro y sin acuerdo, que perjudicaría a ambas partes.

Legalmente, Reino Unido salió del bloque comunitario el pasado 31 de enero tras alcanzar un acuerdo de retirada. Si bien, en la actualidad se encuentra en un período de transición que culmina el 31 de diciembre, fecha destinada para que en la práctica el territorio británico ya no sea un país miembro de la UE.

Con Reuters y EFE

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