Ciencia

Barcelona, la ciudad más visitada de España, fue escenario el sábado por la tarde de una protesta en la que participaron más de 3,000 personas, según las autoridades

locales, para protestar contra el turismo masivo. Las manifestaciones, que contaron con la participación de más de 150 organizaciones y movimientos sociales, buscaban destacar los impactos del hacinamiento turístico en la ciudad.

Los manifestantes corearon consignas como "¡turistas, vayan a casa!" y simbólicamente bloquearon hoteles y terrazas de restaurantes. Esta protesta se produce tras movimientos similares en las Islas Canarias y Mallorca, subrayando un creciente descontento en destinos turísticos populares de España.

Martí Cusó, portavoz de la Asociación de Vecinos del Barrio Gótico y opositor declarado del hacinamiento turístico, enfatizó la necesidad de que el modelo económico de Barcelona priorice economías más justas. "Queremos reducir el turismo para lograr esto", afirmó Cusó.

Barcelona recibe una media de 32 millones de visitantes al año, una cifra que tensiona la infraestructura local y contribuye al aumento de los costos de la vivienda debido a la especulación y la conversión de propiedades residenciales en alojamientos turísticos. En respuesta, el ayuntamiento ha aprobado medidas como el aumento de impuestos turísticos y planes para eliminar aproximadamente 10,000 licencias de pisos turísticos en los próximos cinco años.

Estas acciones reflejan una tendencia global más amplia en la que las ciudades están lidiando con los impactos socioeconómicos del turismo masivo, buscando equilibrar los beneficios económicos con la preservación de la identidad local y la calidad de vida. Foto-xlibber, Wikimedia commons.

Opinión