Ciencia

 

Fue un día soleado en Madrid el 19 de junio de 2014. Después de un período tumultuoso para la Monarquía española, el cambio era inminente, aunque pocos creían

que fuera posible. La institución parecía inflexible y resistente a la transformación tras haber alterado el status quo anterior. Esa mañana temprano, el rey Juan Carlos entregó la banda de Capitán General de las Fuerzas Armadas a su hijo, quien había sido oficialmente coronado como rey Felipe al sonar la medianoche. El instrumento de abdicación había sido firmado en la tarde del 18 de junio de 2014 y entró en vigor al pasar el día a la historia, dando paso a un nuevo capítulo que sería recordado para siempre en España.

El primer acto del nuevo reinado fue simbólico pero significativo: la presentación de la banda militar por el rey Juan Carlos al rey Felipe. Esta ceremonia, celebrada en la Casa de S.M. el Rey, marcó la transferencia formal de autoridad militar de padre a hijo.

El evento principal del día tuvo lugar más tarde, cuando el rey Felipe juró su lealtad al país, a la Constitución española y a la naturaleza parlamentaria de la Monarquía española. Este solemne juramento se hizo frente a una sesión conjunta del Congreso y el Senado, con su madre, la reina Sofía, observando con orgullo.

Después de esta ceremonia oficial, el rey Felipe hizo una aparición en el balcón, un gesto tradicional que simboliza la conexión del monarca con el pueblo. Posteriormente, se celebró un gran almuerzo al que asistieron 2500 representantes de varios sectores de la sociedad española. Entre los invitados había funcionarios del gobierno, líderes empresariales, deportistas y personalidades del mundo del entretenimiento, reflejando el diverso tejido de la nación.

El rey Felipe VI heredó un trono en un momento de desafíos significativos. El reinado de su padre había visto la reputación de la monarquía sufrir debido a escándalos y controversias. Sin embargo, la ascensión de Felipe fue vista como una oportunidad para la renovación y la reforma. Durante la última década, ha trabajado incansablemente para restaurar la fe en la monarquía, enfatizando la transparencia, la integridad y un compromiso con el servicio a todos los españoles.

Al mirar hacia atrás en los diez años de reinado del rey Felipe VI, está claro que ha navegado por numerosas crisis con resiliencia y dedicación. Su enfoque ha sido de modernización y adaptación, asegurando que la monarquía siga siendo relevante en la España contemporánea. A través de sus acciones, el rey Felipe ha demostrado que incluso una institución tan arraigada en la tradición como la Monarquía española puede evolucionar y prosperar frente a la adversidad. Foto-Ministry of the Presidency. Government of Spain, Wikimedia commons.

 

Opinión